Cuando el calor llega temprano: cómo los viñedos se adaptan a la nueva realidad climática
- Marta Juega PhD, MBA

- 20 sept
- 4 Min. de lectura

Este verano, España vivió una de las temporadas de incendios forestales más extremas de su historia. En tan solo tres semanas, más de 350.000 hectáreas quedaron calcinadas, con viñedos en Galicia, Castilla y León y Extremadura entre las regiones afectadas. Las imágenes eran escalofriantes: viñas ennegrecidas, hileras cubiertas de ceniza y cosechas enteras arrasadas por las llamas.
Pero más allá de la devastación, hay un cambio más profundo en marcha, que afecta a casi todas las regiones productoras de vino de Europa y más allá.
La historia de este verano no se trata solo de fuego. Se trata de calor , y de cómo el cambio climático está poniendo a prueba prácticas vitivinícolas centenarias.
Viñedos en la primera línea del cambio climático
Para muchos en el sector, el estrés climático se ha convertido en una preocupación anual. Pero este año fue diferente. Las temperaturas se dispararon antes, se mantuvieron altas durante más tiempo y las lluvias llegaron más tarde, si es que llegaron. En el sur de Europa, la brotación comenzó semanas antes de lo previsto. En el norte, las quemaduras solares en la copa y la deshidratación de las vides fueron más comunes que nunca. Incluso regiones tradicionalmente de clima frío como Burdeos y los lagos Finger comenzaron a probar mallas de sombreo e híbridos resistentes al calor.
Lo que estamos viendo no es temporal, sino estructural. La floración temprana y las temporadas de crecimiento más cortas ahora parecen ser tendencias, no excepciones. Algunos viñedos están cosechando de 10 a 15 días antes que hace tan solo una generación. Otros tienen dificultades para equilibrar la madurez con la acidez, ya que los niveles de azúcar aumentan más rápido que el desarrollo fenólico.
En el fondo, hay una realidad que da mucho que pensar: las vides evolucionaron en condiciones estables. Esas condiciones ya no existen.
Del riesgo a la respuesta: cómo se adaptan las bodegas
Aun así, esta no es una historia de desesperación. En todo el mundo del vino, estamos presenciando una notable ola de adaptación.
En España, Bodegas Arzuaga fue una de las primeras en plantar viñedos a más de 900 metros sobre el nivel del mar, aprovechando las noches más frescas y la mayor humedad para proteger la salud de la vid. En Ribera del Duero, Valdemonjas está perfeccionando la gestión de la cubierta vegetal y las estrategias de enfriamiento del suelo mediante técnicas de poda inteligente.
Más al oeste, la Familia Torres lleva más de una década recuperando variedades de uva ancestrales: vides prefiloxéricas que yacían olvidadas en la Cataluña rural. De las 50 variedades redescubiertas, seis se están probando actualmente por su resistencia a la sequía y al calor. Se trata de una estrategia basada tanto en la ciencia como en el patrimonio cultural.
Al mismo tiempo, los productores invierten en la regeneración del suelo, plantando cultivos de cobertura para reducir la evaporación, mejorar la estructura y proteger los delicados sistemas radiculares. Otros están innovando en la fermentación, utilizando levaduras específicas para controlar el alto contenido alcohólico y preservar la frescura en añadas más cálidas.
Estos cambios ya no son experimentales. Son esenciales.
Métricas clave para la resiliencia de los viñedos
Pero adaptarse a los extremos climáticos no se trata solo de técnicas, sino también de tiempo. Y la capacidad de actuar con anticipación depende de saber dónde están los puntos de presión. En Positive Impact Concept , orientamos a los productores para que monitoreen un pequeño conjunto de indicadores de alto impacto, lo que les proporciona una visión más clara de lo que está sucediendo en tiempo real.
No puedes controlar lo que no mides.
Aquí hay tres métricas esenciales que ayudamos a los clientes a rastrear a través de PI Analytics :
🌡️ Temperatura del suelo : A la profundidad de la raíz (5-15 cm), esto ayuda a detectar signos tempranos de estrés. Las altas temperaturas del suelo reducen la actividad microbiana e impactan el crecimiento radicular antes de que aparezcan síntomas visibles.
Índice de Densidad del Dosel (IDC) : Mide la cantidad de luz que penetra en el dosel. Es clave para comprender los riesgos de la exposición solar, especialmente durante períodos de calor intenso o sequía.
💧 Volumen de riego por bloque : rastrea la eficiencia del uso del agua a un nivel granular, lo que permite a los productores comparar zonas, ajustar los cronogramas y mantenerse dentro de los límites, especialmente crítico en regiones reguladas.
Con estos conocimientos, los administradores de viñedos pueden pasar de ser reactivos a ser proactivos, ajustando los planes de riego, dosel o cosecha con confianza.
De la adaptación a la regeneración
Adaptarse al calor es necesario. Pero la adaptación por sí sola no generará resiliencia a largo plazo, ni mucho menos confianza con la próxima generación de compradores, socios y responsables políticos.
Lo que se necesita ahora es un cambio de mentalidad: de la gestión de riesgos al diseño de oportunidades . De la sostenibilidad como requisito de cumplimiento a la sostenibilidad como estrategia empresarial .
Ahí es donde comienza nuestro trabajo en Positive Impact Concept : no sólo ayudar a los productores de vino a responder a la crisis, sino ayudarles a construir sistemas que sean regenerativos, mensurables y duraderos.

Trabajamos estrechamente con los viñedos para replantear el estrés ambiental como una puerta de entrada para la innovación , no solo para la mitigación. Ya sea diseñando una estrategia de valorización de residuos, desarrollando programas de inserción con proveedores o implementando sistemas de datos para monitorear el impacto en la biodiversidad, el objetivo es el mismo: integrar un impacto positivo en el modelo de negocio y hacerlo medible.
Porque la circularidad es más que una filosofía: es una ventaja competitiva.
Marta Juega, Dra.
¿Quieres hablar sobre la estrategia del calor?
Cada viñedo es diferente. Cada región se enfrenta a factores de estrés únicos. Pero las preguntas son comunes:
¿Qué podemos controlar? ¿Por dónde empezamos? ¿Y cómo podemos monitorear el progreso que realmente importa?
Si te preguntas lo mismo, hablemos.
Estamos trabajando con empresas vitivinícolas de toda Europa y América Latina para desarrollar planes de sostenibilidad basados en la ciencia , la tecnología y las demandas reales del mundo de la adaptación climática.
Contáctenos para explorar cómo podemos ayudar a su viñedo no solo a soportar el calor, sino a prosperar durante él.
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